domingo, 27 de diciembre de 2009

El mensaje del rey

El mensaje del rey cayó como un jarro de agua fría. No había opción. Su majestad acababa de leer la sentencia. El campesino quiso correr pero no sabía hacia donde. No era fácil escapar de sus propias tierras, abandonar a su mujer y a sus hijos ahora que empezaban a servir para el trabajo. Debían abandonar su culto y adorar al nuevo ser. La cosa no era fácil. La tierra dejaría de dar sus frutos, las enfermedades camparían a sus anchas. Ahora que había empezado a construir una morada a base de piedras debía marcharse. Olvidar el culto no iba a ser fácil así que ni corto ni perezoso el campesino se echó al monte. No le sería difícil sobrevivir en aquellas condiciones, bajaría una vez al mes a visitar a su familia. El mensaje del rey cayó como un jarro de agua fría. El campesino acató la sentencia.

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